Hace casi una década, Elías Heredia comenzó su carrera en el ámbito de la fotografía social, concentrándose en la edición más que en la captura de imágenes. Era un trabajo que, aunque lo apasionaba, no terminaba de llenar sus expectativas creativas. Su vida dio un giro inesperado en 2021, cuando decidió aventurarse a México. «Ahí creo que me di cuenta de que conectaba de otra manera con la fotografía editorial de moda y que realmente era lo que yo quería hacer.»
En ese país, rodeado de colores vibrantes y una cultura que respira moda, descubrió una conexión profunda con la fotografía editorial, una disciplina que le permitió expresar su visión artística de una manera que nunca antes había experimentado. Sus primeros trabajos en este nuevo campo fueron sesiones para modelos que, de paso hacia Ciudad de México, necesitaban renovar sus portafolios. Fueron esos encuentros los que le enseñaron el poder de las imágenes «polaroid», esas primeras capturas que desnudan la esencia del modelo sin artificios. A través de ellas, se dio cuenta de que la moda no solo era una industria, sino una forma de vida. «La moda para mí es un estilo de vida, una estética, trato siempre de descontextualizar el lugar, el tiempo y espacio en cada foto, centrándome solo en el modelo y en lo que me puede dar.»
Con el tiempo, su estilo fue evolucionando. «Creo que está muy conectado con lo intuitivo, lo simple y lo poético. Estuve mucho tiempo fascinado con el fotógrafo nigeriano Victor Edeh, y sus retratos y colores saturados me influenciaron bastante» Lo que comenzó como un enfoque intuitivo, simple y poético, se fue nutriendo de influencias diversas. Sin embargo, más allá de las influencias externas, lo que define su estilo es su capacidad para conectar con las personas que participan en cada sesión. «Me gusta trabajar mucho en equipo, y creo que conectar con todos los que van a participar de la sesión de fotos previo a la misma está buenísimo.» Crear una atmósfera de confianza y colaboración previa a la sesión es clave para que todo fluya naturalmente frente a la cámara.
Este enfoque colaborativo no solo enriquece el proceso creativo, sino que también permite que cada proyecto sea una experiencia única. De todos los trabajos que ha realizado, los que más atesora son aquellos en los que ha podido trabajar con amigos. «Las sesiones que creamos con Giuliana Marinelli (estilismo), Caio (makeup) y Jenny Martínez, fueron proyectos en los que cada uno aportó libremente lo suyo y la fusión de todo dio un resultado increíble.»
En cuanto a la evolución de la fotografía de moda en los últimos años, él la describe como cíclica. «Todo es bastante cíclico, todo lo que veo ya se hizo y se transforma con la perspectiva personal de cada individuo que está atrás de la cámara.» Sin embargo, reconoce que esta disciplina ha ganado una estética propia, una identidad que sigue desarrollándose con cada nueva generación de fotógrafos.
Finalmente, su consejo para aquellos que quieren incursionar en la fotografía de moda es simple pero poderoso: «Que trabajen en equipo. Trabajar con arte, makeup, productores… todo eso hace enriquecer el disparo final.» En su experiencia, estas colaboraciones no solo enriquecen el resultado final, sino que también abren puertas y crean conexiones valiosas dentro de la industria. Porque, al final del día, la moda no es solo una cuestión de estilo, sino de comunidad.
El joven fotógrafo nacido en Buenos Aires y ahora radicado en Neuquén explora escenarios patagónicos para sus nuevas producciones. Elías Heredia, ha sido reconocido por la prestigiosa revista Vogue Italia. Su trabajo en el Área Natural Protegida Paso Córdoba, en Roca, capturó la atención del jurado de la revista, destacándose entre numerosas producciones internacionales. No es la primera vez que Heredia recibe tal distinción; desde 2021, ha logrado que 17 de sus obras sean seleccionadas por Vogue, afianzándose como un referente destacado en la fotografía de moda.
Fotografías Gentileza Elías Heredia