“Orgullo y Prejuicio” (2005)
La adaptación del famoso libro de romance escrito por Jane Austen a la pantalla no nos deja nunca de deleitar. Hay muchos motivos por el cual se nos hace inevitable verla muchas veces, y uno de esos es el vestuario que vamos a analizar hoy.
Jacqueline Durran fue la encargada de vestir a los personajes del film, que al ser tan opuestos entre sí nos presentan un vestuario muy variado con mucho mensaje de fondo.
Si bien la obra original en la que se basó la película fue publicado en 1813 época durante la cual se utilizó el corte imperio (Corte debajo del busto) tanto a Jacqueline como al director les parecía poco favorecedora, para estilizar a los personajes decidieron reinterpretar el vestuario utilizando una silueta con la cintura acentuada, atrasando la moda un poco pero usando el estilo de la regencia en otros detalles.
La única excepción fue Caroline Bingley, que si utilizo vestidos corte imperio con textiles muy finos como la seda, al pertenecer a la alta sociedad y ser una “mujer de mundo” debía estar a la moda.
Casi todo el vestuario de la película se realizó a mano para darle más autenticidad a la trama.
Los Bennet son una familia de provincianos sin demasiado presupuesto para la compra de vestimenta por lo tanto su moda es un poco retrasada a la que se estaba utilizando en el momento e inclusive a algunas de las prendas las desgastaron y remendaron para que se vea más realistas.
El vestuario de Lizzy debía reflejar su personalidad perspicaz, su inteligencia y amor por la naturaleza, es más despojado, menos “femenino” y mucho más campestre que lo que utilizaban las damas en ese entonces, ya que ella amaba caminar por el campo y leer debajo de los árboles entre otras actividades en las que necesitaba libertad de movimientos. Utiliza tejidos naturales y una paleta de colores marrones y ocres remarcando su relación con el entorno natural y sus “pies sobre la tierra”.
Jane es la más delicada de las hermanas y su indumentaria está más actualizada que las del resto. La finalidad de su vestimenta era retratar la máxima perfección que se pudiera con el presupuesto limitado con el que contaba, utiliza tonos más dulces y pastelosos, pero siempre con un leve aspecto de hecho en casa.
Mary quizás es la más parecida a Lizzy en personalidad, intelectual, correcta pero tímida. Casi siempre viste colores oscuros, representando su personalidad aplacada.
Lydia y Kitty son adolescentes coquetas e inmaduras esto se nota en sus vestimentas siempre están engamadas en tonos vibrantes, encajes, cintas en un intento de llamar la atención ya que su única preocupación es conseguir pareja.
En cuanto a estilismo decidieron hacerlo menos ostentoso y exuberante que lo que estaba de moda en el momento, no utilizan joyas, guantes ni abanicos extravagantes. En los peinados sucedió lo mismo, bastantes sencillos y desenfadados acercándose a los que utilizamos actualmente.
El personaje con una marcada evolución tanto en la personalidad como en el vestuario es el señor Darcy. Comienza siendo una persona muy formal, distante y un tanto rígida, esto se traduce en su vestimenta con chaquetas estructuradas en las primeras escenas, luego de que se da cuenta que Lizzy le interesa mantiene la estructura de la prenda pero los textiles utilizados son más livianos y suaves. A medida que nos vamos acercando al final cambia la forma de la vestimenta e inclusive usa las chaquetas desabrochadas. La evolución llega a su punto máximo cuando lo vemos ir en búsqueda de Elizabeth en paño menores (ubicándonos según lo que se consideraba correcto en la época) demostrando como el amor por ella lo había “ablandado”, al fin dejando ver su verdadera personalidad.
Es evidente el desarrollo y crecimiento de los personajes a través de la vestimenta cuidada hasta el último detalle. El casting, la música y el entorno junto a un gran vestuario hacen de esta famosa película algo memorable e imprescindible para las personas que disfrutan de los romances de época.