Es siniestro. El viernes 26 de noviembre en La Pampa, dos mujeres, golpearon tanto al hijo de una de ellas, que murió en el hospital. Cinco años tenía y se llamaba Lucio Dupuy.
Es siniestro porque quién debería haber cuidado a Lucio, lo mató. Lo violentó sistemáticamente durante su corta infancia. La autopsia reveló lesiones, cicatrices y contusiones de vieja data.
Duele demasiado porque era un niño. Duele, porque Lucio tenía familiares que lo amaban y querían cuidarlo bien. Duele un montón, porque su muerte podría haberse evitado. Desde agosto del 2020, su padre y sus abuelos reclamaban la tenencia legal.
Su padre, Christian Dupuy, contó a los medios que realizó denuncias sobre el maltrato que recibía Lucio. Culpa a la Secretaría de la Niñez y a la comisaria 4rta de General Pico, La Pampa, de no ser escuchado en su intento de salvar la vida de su hijo.
Los abuelos de Lucio, devastados, afirman que realizaron exposiciones, que inclusive hablaron con abogados y hasta un juez por los signos de violencia que tenía el niño, de parte de la progenitora y su pareja conviviente.
El Poder Judicial de la Provincia de La Pampa respondió a los reclamos de la familia diciendo que no hubo denuncias ni ningún tipo de presentación judicial por «presuntos maltratos» hacia el niño.
«No hay denuncias, presentaciones ni informes en algún tipo de organismo, ya sea judicial o administrativo de primer, segundo o tercer nivel. No hay nada», detallaron fuentes de la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes de La Pampa.
Mientras tanto, en redes sociales y en medios de comunicación, culpan al Movimiento Feminista de la muerte de Lucio. Porque las acusadas, ahora presas en prisión preventiva, eran lesbianas, asistían a marchas del Orgullo y posaban en selfies con pañuelos verdes. Sin embargo, NO CAIGAS EN LA TRAMPA.
Hace Décadas que el Movimiento Feminista denuncia las relaciones y vínculos violentos y cosificadores. Denuncia las patrias potestades como ejercicio de propiedad en las infancias.
Hace décadas el feminismo viene abogando por paternidades afirmativas y orgullosas en dar ternura, que se alejen del modelo patriarcal del padre distante, castrador y único, capaz de proveer además de sostén económico, el verdadero conocimiento de la realidad dura, competitiva y varonil.
Más acá en el tiempo, el Movimiento Feminista también promueve responsabilidades afectivas en las masculinidades y por tareas de cuidado igualitarias, porque sabe que el patriarcado es también un sistema cultural que reifica en roles de género estancos lo que todos, sin excepción, podemos dar: vida, cuidados, ternura, amor, conocimiento.
NO CAIGAS EN LA TRAMPA. Si el sistema judicial no atendió los llamados de auxilio del padre y los abuelos de Lucio es justamente por falta de perspectiva de género en estas instituciones. Por seguir aplicando el viejo modelo patriarcal: El de que si sos madre o mujer, no hay violencia.
NO CAIGAS EN LA TRAMPA. No va a dejar de doler cuando las infancias son violentadas y asesinadas por quienes tienen el deber de cuidarlas, sea del género que se identifiquen. Y sí, ser feminista siempre va a ser más que pura pose en selfies. Porque nos atraviesa el dolor de la injusticia, la desigualdad y las muertes de seres vulnerables e inocentes. Porque creemos firmemente en que podemos ser otra humanidad. Justicia Por Lucio Dupuy.