El sábado 14 de septiembre tuve el honor de conducir una velada que unió moda y compromiso social en mi ciudad. La Confitería Dolce Vita se llenó de aplausos en un desfile solidario a beneficio del merendero «Los Picapiedras», un espacio que acompaña a niños de Barrio Nuevo y Alta Barda.

Desde el comienzo, la energía fue especial. Paola Caponni presentó su nueva colección para Mailob, acompañada por la joyería contemporánea de Juan Cruz Licitra, el calzado de Federico y accesorios de Fulanita de Tal. A las pasadas también se sumó Rufyna Jeans, aportando frescura con su propuesta urbana.

A la pasarela se sumaron de manera solidaria: Laura Zilvestein, Florencia Martínez, Luana Troncoso, Sofía Olivieri, Gisel Girard, Leylen Romero, Marina Machado, Luisina Mogni, Ayelén Cepeda, Pamela Hernández, Betiana Vega, Josefina Monasterio y Cocó.

La noche incluyó además sorteos que ayudaron a cubrir algunos gastos de organización, con premios de emprendimientos locales como Belleza Plena Wellness, un vestido de Mailob, una sesión de maquillaje social de Betiana Vega, entre otros.

El momento más emotivo llegó cuando Diana Muñoz, coordinadora del merendero, compartió con lágrimas en los ojos la dura realidad que atraviesan muchas familias del barrio y destacó el valor que tenían las donaciones recibidas, invitando a la comunidad a seguir colaborando.

Mientras conducía el desfile, pude sentir que cada aplauso y cada sonrisa tenían un sentido compartido: colaborar con quienes más lo necesitan. Gracias al aporte de todos los presentes, se reunieron alimentos no perecederos que serán de gran ayuda para el merendero.

Al final de la jornada, me quedé con la certeza de que la moda, cuando se vive desde la comunidad, se convierte en un acto de encuentro y solidaridad. Haber sido parte de este momento me llena de orgullo y me recuerda por qué vale la pena apostar al trabajo colectivo.

 

Fotografía: Gustavo Mardones

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