Hoy vamos a analizar el vestuario del musical “La la Land”, donde se fusiona la música, el pasado y el presente en la mítica ciudad de Los Ángeles. «Queríamos que la película tuviera un pie en el mundo contemporáneo y un pie en la nostalgia del Viejo Hollywood », dice Mary Zophres, la diseñadora de vestuario. Los protagonistas tienen amor por el pasado y el vestuario debía reflejar esto. Para el personaje de Ryan Gosling, Sebastian, se inspiró en los pianistas Bill Evan y Hoagy Carmichael. Otra influencia en la vestimenta fue Marc Michel en “Lola” de 1961, al que además le agregó un poco del aspecto fresco de James Dean. Sebastian tiene un estilo atemporal, elegante y nostálgico, pero sin llegar a ser anticuado.

En cuanto al vestuario de Mia encarnado por Emma Stone estuvo inspirado en iconos de moda del cine clásico esto se nota en los vestidos con falda evasé y cinturas bien marcadas, al igual que su compañero es un guiño al pasado, pero sin caer en lo antiguo. Todos sus outfits fueron pensados en sus números de baile, ya que tenía que verse bien pero además tener comodidad y libertad en los movimientos.

La evolución de Mia se observa en su vestimenta que comienzan con faldas muy fluidas, vaporosas y coloridas que van aumentando el volumen representando el estar “flotando” de enamoramiento. Cuando cambian sus prioridades, “madura” tanto en lo emocional como en lo profesional, su indumentaria se empieza a estructurar con piezas más pegadas al cuerpo y colores más apagados, además utiliza ropa de diseñador porque es cuando comienza a ganar dinero, tornando su estilo más elegante.

El film narra un proceso emocional a través del color. Al principio Mía tiene una personalidad muy positiva esto se observa en el color de su vestimenta con colores plenos y vibrantes. En el planetario alcanzan el punto máximo de color y felicidad, cuando dejan de verse con Sebastian, el color va en declive volviéndose más monocromático.

Pasan los años, maduran y cuando se reencuentran cinco años después, los colores se vuelven más opacos y oscuros. El vestido azul y amarillo era un acercamiento al personaje, nos revela su personalidad: Alegre, espontanea, estridente y jovial.

También se utiliza el blanco, insinuando el nuevo comenzar. Este color refleja pureza e inocencia. Se vuelve a usar al final cuando ambos están bailando en las estrellas, mostrando lo inocentes que somos al imaginarnos un final feliz antes de ese golpe de realidad que nos da el desenlace de la historia. A medida que la relación de amor se vuelve más fuerte, la protagonista usa rojo, rosa y coral reflejando dulzura y pasión.

Luego los colores de ambos empiezan a desaparecer. Sebastián pasa del marrón y los tonos tierra al azul y, como ella, al negro. El ultimo look de Mia es negro, transmitiendo formalidad, renuncia y distanciamiento representando el fin de esa relación y de la historia.

El color en La la land al igual que el vestuario pasa a ser un protagonista más, este musical a través de estas herramientas nos narra el amor desde otro lado, la fantasía versus la realidad, todo lo que pudo ser y no fue.