Ayer, 04 de julio, en un desfile que celebraba la independencia de Estados Unidos en Chicago, Iliniois, un joven de 22 años abrió fuego sobre la multitud. Mató a 6 personas e hirió a más de 23.
Este hecho ocurre como un símbolo de lo que defiende el gobierno de ese país: la libertad de portación de armas para una comunidad, en la que sector más conservador anuló los derechos reproductivos de las mujeres, que el Movimiento Feminista había conquistado hace casi 5 décadas.
El 14 de mayo de este año, un joven de 18 años usó un rifle sofisticado para matar a 10 afroamericanos en un supermercado en Búffalo, Nueva York.
Casi dos semanas después, 19 niñes y dos maestras fueron asesinados a tiros en una escuela primaria en Uvalde, Texas, por un adolescente con un rifle semiautomático de alto poder.
Esta semana, en Atlanta, Georgia, un cliente mató a balazos a una empleada e hirió a su compañera, en un local de comidas rápidas, (Subway), porque le puso demasiada mayonesa a su sándwich. La muerte de la mujer fue a la vista de su hijo, de 5 años, que se encontraba en el local
Sin embargo, el 23 de junio de 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló un fallo que exigía probar necesidades legítimas de defensa personal, para estar armado. Este fallo, que se dio en Nueva York, se suma a los 25 estados que ya permiten portar armas de fuego sin necesidad de permiso. Casi todos habilitaron en la última década.
Pero lo más interesante es que, al día siguiente, el 24 de junio, la Corte Suprema anuló el fallo Roe vs Wade, y con él, el derecho de las mujeres de Estados Unidos, a decidir sobre sus cuerpos, argumentando estar “a favor de la vida”.
LA GUERRA CONTRA EL ABORTO EN EEUU
A finales de los años 60, el aborto era ilegal en la mayoría de los estados de Estados Unidos. Sin embargo, el Movimiento Feminista que había ido creciendo durante esa década, fue dando marco a la segunda ola del feminismo en el mundo. Las feministas de ese tiempo proclamaban que todas las leyes que prohibieran el aborto debían ser abolidas, para permitir a las mujeres tomar sus propias decisiones respecto a la maternidad.
En 1970, dos jóvenes abogadas del estado de Texas, Linda Coffee y Sarah Weddington, entraron en contacto con Norma McCorvey, una mujer de 21 años que estaba buscando asistencia para poder abortar su tercer embarazo. Pese a su juventud, Norma tenía una vida problemática, donde la violencia física y los abusos sexuales sufridos desde su infancia repercutían en un presente acuciado por drogas, marginalidad y alcohol. La primera de sus hijas, estaba siendo criada por sus abuelos y el segundo, había sido dado en adopción.
Es por eso, que junto a estas abogadas, Norman Mccorvey, bajo el seudónimo legal de Jane Roe, demandó al estado de Texas por prohibirle el aborto. El fallo se conoció como Roe vs Wade y recién en 1973 fue favorable para Jane Roe, cuando apeló en la Corte Suprema de Justicia. Su bebé ya contaba con casi tres años de edad.
Pese a que este estado formaba parte del “cinturón de la biblia”, (porque la mayoría de su población es protestante y conservadora), a partir de este fallo, las leyes antiaborto fueron declaradas anticonstitucionales en 46 de los 50 estados.
Hoy, con la anulación del fallo Roe vs Wade, al menos en15 estados de los 50 que componen actualmente Estados Unidos, podría estar prohibido abortar. Es decir, se prohíbe el derecho a las mujeres y cuerpos gestantes, a una atención médica segura y accesible para realizarse un aborto.
Penalizar este derecho, inclusive el aborto espontáneo, hace a las mujeres y otras identidades con útero, sospechosxs de cometer un crimen. En Estados Unidos, los criminales no tienen derecho al voto.
Está claro, que los conservadores y antiderechos de Estados Unidos no defienden ninguna vida, sólo buscan continuar oprimiendo y odiando a las mujeres e identidades disidentes. No proclama fallos para la defensa de la vida frente a los tiroteos masivos en escuelas, ni sobre las infancias en grave situación de vulnerabilidad. Es un aviso de que la violencia del patriarcado busca avanzar y tener poder sobre los cuerpos, disfrazado de moralidad, para hacerse invisible. En palabras de pensador francés Michel Foucault: “La vieja potencia de la muerte, en la cual se simbolizaba el poder soberano, se halla ahora cuidadosamente recubierto por la administración de los cuerpos y la gestión calculadora de la vida”.
Un país donde las armas tienen más derechos que las mujeres y cuerpos gestantes. En donde estar en contra del aborto es “defender la vida” pero al mismo tiempo promueve la venta de armas sin permisos, es a todas luces, hipócrita y mentiroso, vestido de una falsa moral. Foucault advertía en sus clases en el Collège de France: “Hay que ser un héroe para enfrentarse con la moralidad de la época”. El movimiento feminista ha demostrado, a lo largo del tiempo, que los héroes serán colectivos, o no serán.
