Un día como hoy en el 2013 el mundo hablaba del desastre que sufría el edificio de confección textil en Rana Plaza, Bangladesh la estructura edilicia contaba con 8 plantas, se derrumbó debido a su construcción ilegal tras la nula mantención de sus instalaciones.
El incidente involucró 1.500 fábricas a nivel global, algunas bastante conocidas como Adidas, Benetton, Gap, Walmart, entre otras. Muchas de ellas no asumieron responsabilidades y como resultado 1.138 personas murieron aplastadas.
Este suceso se considera el segundo desastre histórico a nivel mundial y generó la activación de diversas asociaciones en contra del fast fashion y la industria de la moda que prevalecen actualmente, tras la negligencia de la industria textil hacia los afectados.
¿Por qué es tan difícil salirse de la moda rápida?
Los hábitos consumistas, conllevan a comprar, significar y desechar, fomentando el valor de cambio y olvidando el valor de uso. Así cuando se nos presenta la oportunidad, tendemos a comprar sin necesidad. Por ejemplo, en cada cambio de temporada hay prendas que, a pesar de entender su uso efímero, le damos valor por su bajo precio, acumulando, sin importar su tiempo de vida, costo de elaboración y quien las confeccionó (sobre todo bajo qué condiciones)
El gran problema está en que la producción es más rápida que la capacidad de pensar en la regeneración del daño que sufre el planeta. La sociedad de consumo se centra en la productividad, pero rara vez hay una preocupación por recuperar recursos.
Además, a pesar de los avances tecnológicos en la industria de la moda, el proceso de confección de prendas continúa siendo un trabajo realizado por personas, quienes en la gran mayoría de los casos no reciben salarios justos y cuyas condiciones laborales están lejos de ser las adecuadas.
Si bien hace ya bastante tiempo y cada vez más, hablar de moda sostenible se ha hecho más común, en cuanto a hechos concretos el camino es demasiado lento.
El Índice de Transparencia Fashion Revolution 2022, afirma que el 85% de las grandes marcas a nivel global no revelan la cantidad de prendas que fabrican perpetuando el ciclo de sobreproducción, sobreconsumo y crisis de desechos de la industria de la moda.
Por esto la Semana Fashion Revolution 2023 se centra en el consumo responsable, exigiendo transparencia a las empresas apelando a las autoridades a que tomen cartas en el asunto y haciendo un llamado a las personas y ciudadanos a comprender el impacto de sus compras, tanto en el medioambiente como en las personas que trabajan en la cadena de valor global de la moda.
¿Cómo se sobrevive a la tragedia?
A 10 años de la tragedia Una nueva investigación publicada por la organización miembro de la Plataforma por Empresas Responsables (PER), Alianza por la solidaridad-ActionAid, ha revelado los continuos desafíos que soportan las personas supervivientes del edificio Rana Plaza que se derrumbó en Dhaka hace hoy 10 años, el 24 de abril de 2013. El estudio, en el que han participado 200 supervivientes y familiares de las personas fallecidas en la tragedia, ha revelado:
• El 54,5 % de las supervivientes están actualmente desempleadas, siendo la salud física la razón principal citada para explicar por qué no tienen trabajo.
• El 36,3 % de las supervivientes han vuelto a trabajar en fábricas de confección. Estos resultados sugieren que los problemas de salud física y mental siguen siendo un obstáculo importante para el empleo de muchas supervivientes.
• 36,8 % afirmaron sufrir dolores de espalda, mientras que el 24,6 % dijo padecer dolores de cabeza. Otros problemas de salud incluyen problemas respiratorios, lesiones en manos y piernas, incapacidad para mantenerse en pie y caminar correctamente, problemas de visión y renales.
• Del 29% que afirmó seguir traumatizada por el suceso, más de la mitad dijo vivir con miedo debido a su experiencia en el derrumbe del edificio.
Esta situación se réplica en todo el mundo. Sin ir más lejos en nuestro país el 30 de marzo de 2006 un incendio en un taller textil clandestino que funcionaba en la calle Luis Viale, en la Ciudad de Buenos Aires, se llevó la vida de cuatro niñes, un adolescente y una mujer embarazada. No era el primer incendio que ocurría en ese lugar, pero la desidia patronal, junto a las condiciones de extrema precariedad y explotación impuestas en el taller clandestino, habilitaron la repetición del siniestro.
Para hablar de moda sostenible es imprescindible que quienes trabajan cuenten con la garantía de derechos. Si bien el tema se ha expuesto, se lo trabaja y algunos cambios han empezado a gestarse aún falta. Hablar de trabajo textil en el mundo sigue siendo mucho ruido y pocas nueces.
Foto de portada: Mousumi Begum superviviente Rana Plaza FOTO DE S. H. M. Mushfiqul Alam_ActionAid
Fuente: FashionRevolution.org // www.actionaidbd.org