Seguro que hoy hubiese elegido su labial rojo, y sus uñas esmaltadas con el mismo tono. Su falda tehuana amalgamada con alguna prenda europea y exuberantes joyas vintages. Y no podían faltar las flores y las trenzas adornando su cabello. Estoy segura que reaccionaría al racismo y a los estereotipos de belleza de la forma que sólo ella sabía hacerlo, imponiéndose e invitando a muchos a la lucha. Frida Kahlo no sólo supo plasmar sus sentimientos en autorretratos, también supo reinventar el dolor y ser quién deseo ser. Símbolo de aceptación del cuerpo y celebración de la vida.
6 de julio: cumpliría 113 años. Fue una mujer que dejó huella no sólo en el ámbito artístico. La moda y grandes diseñadores posaron la mirada en su estilo e inspiraron muchas de sus colecciones. Era imposible que ella pasara desapercibida dicen muchos que la conocieron.
Hoy, y sobre todo en tiempos de cuarentena, el cuerpo es un tema cotidiano. Si alguien pudo demostrar que la belleza no tiene un solo significado, esa fue Frida Kahlo. El vello facial no fue impedimento para lucir el labial rojo sin dejar de verse femenina. Su pierna ortopédica la resignificó con botas customizadas por ella con bordados y cascabel. Así como también lo hizo con su corset. Todo lo que para otra persona podría haber resultado angustiante ella lo convertía en arte.
A pesar de no haber encajado con los cánones de belleza,por ser de origen indígena, su vello crecido y su discapacidad Frida fue y es ícono de estilismo. Podría decirse que sin saberlo impuso las bases de la moda actual. Su estilo era variado, andrógino e identitario. Tuvo la capacidad de encontrar un estilo auténtico, femenino, fuerte y carismático.
Sus cejas unidas, signo identitario hasta la actualidad, en su época significó rebeldía y hasta un insulto para la sociedad machista en la que vivió. El vello facial fue sin dudas provocación de no querer ser lo que le imponían. Demostró así que la belleza nada tenía que ver con los estereotipos, que se puede ser femenina y feminista al mismo tiempo. Adoró el color rojo en uñas y labios, un color que empodera de eso no tenemos dudas. Hace un tiempo se encontró en sus pertenencias maquillaje Revlon, un lápiz negro que según cuentan usaba para definir y hacer más abultadas sus cejas.
Si hablamos de su ropa sin dudas consiguió fusionar la identidad oaxaqueña con lo moderno y lo vintage. Supo también, para alguna que otra fiesta familiar, rebelarse vistiendo indumentarias masculinas, cosa que no estaba bien vista en esa época. Su estilismo iba de lo simbólico a lo personal, de lo caro a lo barato, de lo femenino a lo masculino.
En épocas de reinventarnos sería muy interesante replantearnos no sólo el concepto de belleza que la sociedad nos impone, sino también el de consumo. Frida también supo lidiar con esto, no fue víctima de la moda sino que puso ésta a su servicio. personalizó todo de manera tal que pudiese sentirse cómoda. No sólo sus obras hablaban de cómo se sentía, su indumentaria también lo comunicó. Sus atuendos no estaban librados al azar, ella los elegía imponiéndole una carga sentimental y comunicando sus estados de ánimo. Incluso muchas veces la ropa acompañó su postura frente a algún acontecimiento. Sin dudas destacó sus virtudes y más que ocultar, yo diría resignificó sus defectos.
Sin dudas era una ferviente defensora de lo andrógino, de lo unisex. Ganó un lugar como artista, en un tiempo dónde para las mujeres conquistar esos espacios masculinos era muy difícil. Disfrutó del vestir y jugó con eso. Encontró el valor de la moda como forma de expresión, como mensaje y supo explorarlo a largo de su vida. Hasta se despojó de sus largas trenzas cortándose el cabello como símbolo de que algo en su vida sentimental había cambiado.
Su moda fue expresión y en cierto sentido terapéutica. Cuando su salud se vio más perjudicada, sus looks eran mucho más cargados. Lejos estuvo de Coco Chanel pero muy cerca de lo que Lagerfeld propuso más de una vez: Joyas XL y exageradas, que no sólo elegía, sino que también supo confeccionar para hacerlas más personal. Y no olvidemos las flores como tocado, que sin duda son otro de sus signos característicos.
La carga de significado que llevo cada prenda usada por Frida nos permite pensar en una moda que nos acompañe. Que sea parte de nuestra cotidianeidad. Pero no para ser parte de un grupo, sino para destacarse del montón, imponernos y decir acá estoy, esto soy!
Hoy quise recordarla, quise hacer hincapié en su estilo, su mirada sobre lo femenino y la belleza. Sin dudas seguirá influenciando a muchas personas e inspirando a diseñadores en sus creaciones. Pero si hay algo que no debemos olvidar al hablar de ella, es rescatar de esta mujer su fortaleza y su capacidad para sobrellevar el dolor, para reconstruirse. Y a esto sin dudas sumarle su libertad y disfrute de la vida. Vivimos en una sociedad que aún cuestiona el cuerpo, estereotipa la belleza. Creo que es tiempo de repensarnos, de respetarnos y de querernos. Y cuando hablo de querer me refiero a querernos libres de elegir, libres de ser quién deseemos porque como alguna vez dijo Frida «Nada es absoluto, todo cambia, todo está en movimiento, todo vuela y se va» y como hizo ella, estaría bueno pasar por este mundo dejando huella.